viernes, 1 de mayo de 2009

LA CRÍSIS ECONÓMICA LLEGÓ POR LA DERECHA Y SE IRÁ POR LA IZQUIERDA

Existe un consenso generalizado entre expertos y analistas internacionales acerca de las causas de la crísis financiera internacional que tiene sumida en una profunda recesión a las principales economías del mundo. Nadie se atreve a poner en duda que el origen de las turbulencias financieras se encuentra en los Estados Unidos,y más concretamente en las políticas neoliberales de la administración Bush adoptadas estos últimos años: desregulación de los mercados, falta de control y supervisión en el sistema financiero,adelgazamiento progresivo del Estado del Bienestar,mínimo intervencionismo en la economía, boom inmobiliario y reducción de impuestos a las clases altas. A ello habría que añadir la errática política exterior de la administración republicana con lamentables decisiones como la intervención en Irak, no solo por razones éticas, morales y humanas, también bajo un prisma puramente económico: la paradoja de que mientras en Estados Unidos 10 millones de personas carecen de una mínima cobertura médica el señor Bush gastaba 2 billones de euros en una invasión que, para más inri, provocaba indirectamente que el petróleo multiplicase su precio por 5 empobreciendo la capacidad adquisitiva de millones de ciudadanos. Ahí nació la dolorosa inflación que llevó a los bancos centrales a las agresivas subidas de tipos de interés que terminaron encareciendo nuestras hipotecas y como resultado "pinchando" la burbuja inmobiliaria y ahogando nuestra capacidad para consumir bienes y servicios.
Mariano Rajoy líder de la oposición ha afirmado recientemente que "no hay salida socialista a la crísis", un mensaje superficial que no resiste un mínimo debate político y económico. Los hechos son tozudos y conocidos.Solo hay que recordar la adoración que Aznar y él mismo profesaban a la administración Bush así como su apoyo incondicional a las decisiones estrategicas, militares y económicas que se iban adoptando estos últimos 8 años. Rajoy no puede negar sin sonrojarse que la salida de la crísis pasa por la socialdemocracia porque el mismísimo adorado ex-presidente americano tuvo que envainársela para adoptar decisiones que atentan contra su propia y compartida doctrina neoliberal, empezando por el rescate con dinero público de entidades financieras y terminando con la propuesta de un plan de estímulo público que dejaría en mantillas al mismísimo Zapatero.
Aznar, un reconocido halcón "neocon", dice saber cómo salir de esta crísis, pero nos pide un ejercicio de fe y de nostalgia por el pasado sin concretar más medidas que la petición generalista de una reforma laboral,aunque todos somos capaces de intuir por donde andan los tiros: abaratar el despido.
Frente a esta forma de entender la política existe la postura defendida por el gobierno de España: los trabajadores,la gente humilde,los más débiles no van a pagar la avaricia de los poderosos, ni se les va a dejar en la estocada en una crísis que ellos no han originado. En un país donde todos nos hemos acostumbrado a las excelencias del Estado del Bienestar no somos conscientes de la suerte que tenemos de tener un gobierno que se niega a recortar derechos sociales y laborales que solo menoscaban a las clases más necesitadas.
Zapatero puede generar credibilidad o no generarla,los ministros pueden ser torpes, puede faltar liderazgo, pero la política económica no es equivocada, es la que se está aplicando en gran escala en todo el mundo. Son las recetas del PP las anticuadas y las que,lejos de ayudarnos a salir,agravarían la crísis ocasionando una seria fractura social.
¿En un hipotético gobierno del PP no se hubiese rescatado CCM o a las cajas que puedan tener problemas en un futuro inmediato (medida socialista)o no hubiese aumentado la obra pública para paliar la caída en el sector de la construcción (medida socialista)o aumentado pensiones o el salario mínimo a los más necesitados (medida socialista),o no hubiese aplicado la ley de la dependencia (medida socialista)o inyectados dinero a sectores estratégicos como el del automóvil(medida socialista),o no hubiese aumentado la cobertura por desempleo para los que dejan de cobrar subsidio(medida socialista),o no hubiese avalado con millones de euros créditos para que empresas y autónomos tengan una liquidez que bancos y cajas les niegan (medida socialista)? Todas estas medidas son socialistas. ¿Quiere decir Rajoy que él hubiese abandonado a los ahorradores, los trabajadores y pequeños empresarios a su suerte por su obsesión por reducir el gasto público?
Afortunadamente para la imnensa mayoría de ciudadanos tenemos un gobierno socialista.Desafortunadamente para algunos peces gordos que nos han chupado la sangre todos estos años y ahora quieren una segunda ronda. Me niego señor Rajoy, me niego, sobre todo cuando usted es incapaz de cortar en su propio partido aquellos comportamientos corruptos que averguenzan a muchos ciudadanos.
Me quedo con un gobierno que puede que no sea perfecto pero que proteje a los trabajadores y apoya a los más necesitados. Sin duda.

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