sábado, 1 de noviembre de 2008

¿Amor y odio?

Te quiero a las ocho de la mañana y a las doce del mediodía. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo y hasta en las tardes de lluvia. Pero cuando pienso en nosotros, y tú estás en el trabajo diario, en las diversiones que tienes y en tus fines de semana, me pongo a odiarte con esa especie de odio que guardo para mí sólo.
Pero al día siguiente vuelvo a quererte, porque pienso que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu sonrisa y el colgante que llevas en el cuello. Tú dejaste de venir a mi encuentro, me olvidaste, por lo que no tuve más remedio que desaparecer de repente.
Todos los días te quiero y te odio irremisiblemente. Hubo temporadas en las no te conocía, en que me eras ajena como si nunca te hubiese conocido. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte mejor que yo, amor mío?C.B.

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