Pensamientos sobre la amistad

La verdadera amistad es una planta de lento crecimiento que debe sufrir y vencer los embates del infortunio antes de que sus frutos lleguen a la completa madurez.
La amistad no pide nada a cambio, excepto un poco de mantenimiento.
Guarda a tu amigo bajo la llave de tu propia vida.
El/la amig@ ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar que le llamen.
La amistad, como la tarde vespertina, se ensancha en el ocaso de la vida.
Amig@ no sólo es quien perdona un error, sino también quien ayuda a que no vuelvas a cometerlo.
No busques amig@s sin defectos, pues te quedarás sin amig@s toda la vida. Tampoco busques defectos en tus amig@s, pues poco a poco te quedarás sólo.

En todo tiempo ama al amig@, ya que es como un herman@ en tiempos de angustia.
La amistad es una planta que hay que regar continuamente para que crezca bella y fuerte. No la descuides, no dejes que se marchite. Las amistades virtuales son tan valiosas como las cercanas, no las tomes a la ligera, no te desaparezcan sin motivo; la persona que está al otro lado de la red, merece respeto y atención aunque no la veas. Ama a tu prójimo como a tí mism@, así se encuentre a tu lado o a muchas millas de distancia.